«El síntoma, el mensaje», por M. Romasco.
Desde una mirada consciente, al aparecer un síntoma en nuestro cuerpo, estamos ante dos formas de verlo y poder entender lo que representa.
Una es el Sentido Biológico del síntoma propiamente dicho, que nos muestra una parte del cuerpo que no funciona de la manera habitual y deja de cumplir con su función específica.
La otra es el Sentido Simbólico que tiene que ver con la adaptación al entorno y refleja, en la persona que lo padece, una respuesta propia o de información transgeneracional, a determinadas emociones que no se gestionaron de manera óptima ya sea en el pasado o en el presente.
El cuerpo se vale del síntoma para enviar un mensaje y así mostrarnos hacia dónde dirigir nuestra gestión emocional y nuestro aprendizaje y de esa manera poder contribuir en el proceso de sanación y evitar que se repita.
Para cada persona será diferente y estará íntimamente ligado con su genética, educación, creencias, información, etc…
Aprender a escuchar el cuerpo es aprender a conocernos física y emocionalmente y nos dá la posibilidad de percibir el entorno que nos rodea desde una nueva visión qué será saludable y beneficiosa.
Detrás de un síntoma, hay un estrés, buscar su origen es la puerta hacia un buen estado de plenitud.
Para qué mi cuerpo me trae este mensaje?
Qué me impide realizar este síntoma? Qué me aporta este síntoma? Qué puedo hacer si no sufro de esto?
Algunas preguntas para comenzar a observarnos y conocernos.
Mariana Romasco
Acompañante en Bioneuroemoción 
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