«EFECTO INVERNADERO», por Épona Melenarroja
El término “efecto invernadero” se conoce desde 1824, los vientos y las corrientes oceánicas mueven el calor alrededor del globo, de modo que pueden enfriar algunas zonas, calentar otras y cambiar la cantidad de lluvia y nieve que cae. Pero solamente en las últimas décadas se ha acelerado tanto la emisión de estos gases y el clima cambia tan rápidamente que algunos seres vivos no pueden adaptarse.
La mayor parte de las personas sabe del “calentamiento global”, pero supone que únicamente se puede solucionar con grandes decisiones que no solamente dependen de nosotros (parar con la deforestación, cambiar los combustibles fósiles por energías renovables, etc). Pero nosotros, desde nuestra casa, ubicada aunque sea en un lugar pequeño y no en una gran ciudad, también podemos poner nuestro granito de arena para frenar este aumento de temperatura del planeta.
¿Qué podemos hacer? Algunas cosas que, sin modificar demasiado nuestro estilo de vida, nos vuelvan más “amigables” con el planeta. De eso vamos a ir tratando en cada nota.