«Incertidumbre: la gran puerta» por M. Romasco.
“Debemos estar dispuestos a renunciar a la vida que hemos planeado para poder vivir la vida que nos está esperando “
Joseph Campbell
Mucho se habla en este tiempo de la incertidumbre, el desconocimiento y los aprendizajes de esta época que nos toca vivir.Hasta acá hemos visto ya, muchos ejemplos que nos permiten entender que lejos de ser una limitación, abre muchas puertas a lugares nuevos, diferentes y desafiantes.
Ya aprendimos que al mundo lo vemos como somos y que todo el tiempo podemos elegir cómo vivir las circunstancias que nos toque atravesar, para ello debemos soltar viejos saberes y adentrarnos en lo nuevo, cuestionando lo que creíamos que teníamos: el control.
Este control imaginario que nos sostuvo hasta acá, nos mantuvo en una gran zona confortable donde solo repitiendo patrones avanzábamos y afianzábamos creencias personales y colectivas que en lugar de fomentar nuestra evolución en conciencia, nos mantenía dormidos y en constante estrés, por tener la necesidad de cumplir con un sistema que hasta hoy, creíamos era el único.
La incertidumbre nos enseña a no dar nada por sentado y nos invita a ver la variedad de posibilidades que cada situación, por tremenda que parezca, viene a mostrarnos.
Para lograr este nuevo saber debemos tomar conciencia de unidad, que deja de ver los problemas afuera, que no juzga y que asume el desafío de entender que somos creadores en todo momento de nuestra realidad.
La conciencia de unidad entiende que todo lo que me sucede y lo que no me sucede, tiene que ver conmigo, que el control es una ilusión y que el cambio qué tanto anhelo, debo generarlo desde mi persona.
La incertidumbre nos invita a ser creativos, a salirnos de posicionamientos y aceptar qué hay muchas posibilidades de recorrer el camino, a fluir con el proceso, confiar en que los resultados serán perfectos y a liberarnos de la ansiedad por un futuro que no podemos controlar entendiendo que es desde el presente nuestra posibilidad de crearlo.
Nuestros pensamientos y sentimientos, crean realidades, al dejar de identificarnos con el discurso de nuestra mente, comenzamos a tomar conciencia y es esta conciencia la que sabe lo que cada uno necesita para lograr bienestar y plenitud.
Estás siguiendo tu intuición o estás escuchando a tu mente?
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Mariana Romasco
Acompañante en Bioneuroemoción 
Certificada por Enric Corbera Institute
Consultas: 0291-154295892
